lunes, 16 de julio de 2012

Maderas. Tercera parte.


En esta entrada tratamos otras presentaciones de la madera, no sólo de tablas, ya explicado anteriormente, sino aglomerados, contrachapados y tableros laminados. Destacan por ser más baratos, más duros y resistentes que una tabla sencilla. Se utiliza sobre todo en muebles de cocina, muebles de baño, puertas, tableros de mesas y armarios.

El aglomerado esta hecho de virutas o serrín encolados entre sí con pegamentos sintéticos muy resistentes.

El contrachapado se fabrica con láminas de madera del troquelado o la exfoliación. Está formado por tres capas de madera, la central se sitúa en ángulo recto con respecto a las laterales y se clasifica según el número de láminas que lo componen y su fabricación.

El tablero laminado está compuesto por tiras estrechas de madera colocadas en zigzag encoladas entre sí. Se puede percibir el espesor del contrachapado observando el lateral de la mesa.

Las reparaciones que se suelen dar en los chapados es la siguiente:

-Reparación de ampollas (burbujas de aire) puede ser por una mala prensa en la fabricación del contrachapado o a la presencia de humedad o de agua en el interior del mueble.

-Reparación y fijación de chapados sueltos en las esquinas o extremidades del mueble por el uso y roce diario.

-Tratamiento de la carcoma y pudrición que ataca sobre todo a la madera blanda o la más sombría y húmeda (fondo de cajón o patas de silla).

Un consejo muy bueno, guardar las astillas y restos de madera ya que son útiles para rellenar grietas o disimular las posibles junturas entre la madera de base y las chapas. Es importante dar un aspecto homogéneo y renovado.

martes, 10 de julio de 2012

Maderas. Segunda parte.


Otras maderas son el abedul, el roble, la caoba y el castaño.

-Abedul: Se le llama el nogal del pobre, en referencia a una de las maderas más apreciadas en ebanistería.  Madera dura de color marrón muy claro; su veta compacta, varía de una forma casi recta a una ondulante. Se utiliza en piezas torneadas, muebles con partes de madera doblada y como imitación del cerezo o arce.

-Roble: Madera dura y resistente, varía del color marrón amarillo al blanco rosado. La veta es recta y de textura vasta, se requiere estuco y tapaporos para pulirla. Su alto contenido en ácido tánico corroe las fijaciones de hierro embutidas en la madera. Se utilizó mucho en el mobiliario gótico y actualmente en muebles de calidad.

-Caoba: Restaurar un mueble de esta madera es una ardua tarea  debido a la dificultad para aplicar el tinte sobre las vetas. Destacan tres variedades:
*Caoba común: de color rojo oscuro con vetas rectas, en la restauración se suele recurrir a la caoba hondureña, oscurecida y tratada químicamente.
*Caoba hondureña: de madera más blanda y color naranja rosado con vetas muy pronunciadas. 
*Caoba “falsa”: de origen africano “pseudo-caoba” (Khaya ivorensis), a escala semi-industrial se utilizan maderas exóticas como el amarante y el sapelli. De calidad más inferior.

-Castaño: Madera de color marrón con tonalidades claras y oscuras, de aspecto parecido al roble, es muy común en la fabricación de muebles, sobre todo rústicos. Compacta y poco flexible, tiende a abrirse y a quebrarse.

Una identificación sencilla de las maderas es la siguiente: 

Maderas duras: proceden de árboles de hojas anchas como el roble, el arce, la caoba, el nogal y el haya. Color oscuro, resistentes y dibujo de la veta cerrado y complejo. Son más caras.
Maderas blandas: proceden de árboles de hojas aciculares (forma de aguja) como el abeto y el cedro. Color claro, fáciles de trabajar y dibujo de la veta alargado y abierto. Son más baratas.


En este detalle de un espejo se pueden observar las diferentes maderas que lo componen por un lado maderas propias de ebanistería para el moño y maderas mas resistentes para el resto de partes.

Por último recordar que por madera se entiende no sólo la tabla extraída directamente del árbol, sino también los contrachapados, aglomerados o tableros laminados, que trataremos en el siguiente post.

miércoles, 4 de julio de 2012

Maderas. Primera parte.


En la segunda entrada del blog, escrita el día 1 de Julio, comente la adquisición de mobiliario, las dudas que surgen, como organizar la compra, en función de que elementos presentes gestiono el proyecto de restauración y sobre todo una orientación general de la adquisición, a partir de aquí surge el tema de reconocer las partes del mueble en función del árbol de salida.

¿Por qué es importante examinar cada pieza y  registrar su origen?, existen varias razones, cada madera tiene su propio dibujo, consistencia, peso y poro y en función de estos elementos utilizaremos unas técnicas u otras de restauración.

A continuación presento una tabla con las partes del mueble y el árbol de origen:



Las maderas más comunes son:

-Abeto (pino): Madera blanda, de color claro, rica en nudosidad y de poro muy abierto. Es bastante frágil y se astilla fácilmente.

-Haya: Madera dura utilizada en la fabricación de armazones, telares y sillas. Propensa a los ataques de las termitas, se puede sustituir por madera de fresno.

-Cerezo: Madera fácil de trabajar, con una coloración que varía entre el rosa cremoso y el rojo oscuro. En el proceso de acabado con goma laca se obtiene un efecto muy brillante.

Otras maderas son el abedul, el roble, la caoba y el castaño.

martes, 3 de julio de 2012

Herramientas de restauración. Parte II.


Ya he comentado anteriormente algunas de las herramientas indispensables en restauración, paso a comentar otras que también deben formar parte de nuestro equipo de trabajo. 


  • Martillos, sacaclavos, barrenas y punzones para montar y desmontar las diferentes partes del mueble.

 
  • Escofina, gubia, formón de barrilete grande (38 mm) y formón de desbastar (19 mm) para limar, acanalar, y en general para el torneado de huecos y hendiduras ayudado por un torno.

 
  • Alicates normales y de puntas, tenazas, destornilladores manuales y eléctricos, serruchos de ingletear y calibres o pies de rey.

 
  • Metro, segueta de hierro, mordaza y tijeras para encastrar un listón en la superficie de una mesa.

 
  • Sargentos para mantener bien sujetas las piezas mientras se seca la cola.

 
  • Pincel para acabados especiales con pintura y brochas para teñir y pintar. Pueden ser planos o redondos y de varios tamaños con cerdas naturales desde 12 mm hasta 7,5 cm. 

 
  • Muñequilla: bola de lana o algodón envuelta en un trozo de tela de lino de trama muy tupida. Se da una forma redondeada de manera que se pueda coger con la mano; con un cordel se ata el extremo de la tela y con cinta adhesiva se envuelve la tela sobrante para crear una empuñadura. Se utiliza para aplicar goma laca.

Siempre llevar gafas protectoras en las labores de serrar, cepillar y hacer cajeados y mascarilla en todas aquellas tareas en que se produzca polvo.


Os dejo con este espejo que ha sido restaurado con muñequilla.


lunes, 2 de julio de 2012

Herramientas de restauración. Parte I.


Una ver elegida la pieza, queda por determinar las herramientas que va a necesitar en sus labores de restauración.

A continuación enumero las más necesarias y básicas para conseguir un acabado de calidad, en la próxima entrada volveré sobre este tema y comentaré algunas más:

  • Espátulas duras para retirar el barniz después de decapar.  Si el mueble está cubierto por capas gruesas de pintura o barniz, decapar una cara tras otra, moviendo el mueble para que la cara que se está tratando quede siempre horizontal. Se puede envolver el mueble en láminas de plástico o cubrirlo con arpillera húmeda para evitar que se seque el decapante, de vez en cuando, levantar las láminas y remover la pintura con una brocha de pelo corto y duro.


  • Bisturí para eliminar el barniz y pintura en esquinas, molduras y torneados. Para neutralizar el decapante, una vez terminado el proceso de eliminación de residuos, se aplica alcohol metílico con lana de acero fina y se seca con un trapo limpio.

 
  • Lanas de acero de grano medio y grueso (número 3) para limpiar los restos de barniz y pintura y lanas de acero de grano fino para suavizar la madera y retocar las partes más sensibles.

 
  • Lijas según su forma (taco, pliego y banda) y por su grosor: fina (de 220 a 400 granos), media (de 100 a 180 granos) y gruesa (de 30 a 80 granos).  Se utilizan para retirar el barniz y pintura y en función de la textura y de la forma, se necesita una u otra lija. Las pasadas iniciales del lijado deben hacerse en ángulo con la dirección de la veta. Después de usar una lija gruesa se aplica de forma suave y uniforme un taco de madera o de corcho forrado con fieltro para, después,  pasar a la lija media o fina.


  • Espátulas flexibles para emplastecer los agujeros o grietas existentes una vez eliminados todos los residuos de barniz y pintura. Para proporcionar una sujeción adecuada se introduce puntillas de escasa cabeza en la depresión (agujero o grieta) y se pega una cinta adhesiva alrededor del perímetro, se aplica tapaporos en gran cantidad y se iguala la zona con formón.
Este listado es un resumen de las herramientas básicas que es necesario poseer para iniciarnos en la restauración, es mejor comenzar con muebles sencillos y no excesivamente estropeados, con el tiempo se adquiere experiencia y meticulosidad para emprender restauraciones de piezas más importantes y complicadas.

domingo, 1 de julio de 2012

Orientación sobre adquisiciones de mobiliario.


Como cualquier principiante que inicia un nuevo hobbie o bien una salida profesional, la restauración de muebles también requiere un estudio y examen del mercado y del producto en cuestión. Merece la pena tomarse el tiempo necesario en visitar las tiendas de muebles usados o bien los anticuarios, allí podrá anotar y comparar precios si lo que se desea es una adquisición, sin embargo no espere descubrir tesoros, podrá ver muebles de diferentes estilos y encontrar lo que necesite a un precio razonable.

Visite una vez por semana la tienda y lleve una agenda para apuntar las diferentes piezas y su precio. Cuando haya encontrado la pieza que busca, en primer lugar comprobaremos si existen daños superficiales o lesiones externas, para ello revise la parte delantera y superior del mueble y, a continuación, los laterales, la parte trasera y la inferior. Se deben extraer los cajones y comprobarlos, abrir y cerrar las puertas y anotarlo en un cuaderno. Debemos examinar:

  • Las patas dañadas provocado por el mal uso, para poder sentarse cómodamente a una mesa ha de quedar, al menos, un espacio libre de 61 centímetros entre el suelo y el larguero inferior de la mesa, si no es así se pueden clavar tacos en las patas.
  • Los pies dañados de una pata conformada o de un pie de apoyo.
  • Los torneados pueden tener exceso de barniz, pintura, desgaste o ambas cosas a la vez.
  • Las juntas flojas que se encuentra a menudo en los cajones y otras piezas de construcción ligera, también juntas desalineadas en las puertas.
  • Bisagras flojas o dañadas por el uso constante que junto con la contracción de la madera termina por soltar la bisagra.
  • Molduras, rebordes y marcos deteriorados por el uso y el roce.
En segundo lugar una inspección minuciosa del exterior de un mueble nos permite descubrir la existencia de problemas internos: debilidades estructurales ocultas y métodos de construcción muy deficientes, en general son trabajos en madera con comba o grietas:
  • Superficies agrietadas alrededor de un nudo o veta muy marcada, grietas a causa de una construcción defectuosa que ha impedido el movimiento natural de la pieza y la propia contracción de la madera.
  • Con muebles de escasa calidad podemos encontrar tableros de mesa alabeados y deformados, puertas alabeadas.
El orden de los trabajos debe ser bastante claro, primero deben corregirse los defectos estructurales y a continuación pasar a las reparaciones superficiales.  Es fundamental, desde el principio hacerse una imagen mental de cuáles son las reparaciones necesarias y el aspecto final del mueble. Es un hecho comprobado que los trabajos más insignificantes llegan a ser los más largos, ante esto, PACIENCIA.

Por último dos reglas de oro para iniciar el viaje apasionante de la restauración de muebles:

-¿Lo voy a poder hacer? Haga un examen de conciencia de si las mejoras que debe realizar en el reciente mueble adquirido son realmente factibles para usted.
-¿Por qué lo voy a hacer? El objetivo final es la venta del mueble o bien es la restauración de mi patrimonio familiar para uso y disfrute propio. En este caso el ritmo de trabajo varía.

Os dejo con una foto “algo artística” de este espejo restaurado que me ha prestado una amiga. Espero que os guste.