Restauración de una percha de pie.

Nuestra pieza, como se puede ver en la fotografía, está compuesta por un pie con tres patas y seis perchas en la parte superior. Se encuentra en buen estado excepto por el círculo que rodea a las seis perchas que está abierto.  Se debe desmontar las seis perchas y dos de las patas; se numeran las piezas y se guardan los tornillos en una caja con las correspondientes anotaciones de su lugar de origen.

Las tareas de restauración van a consistir en las siguientes:

-Eliminar varias capas de barniz con el bisturí, siempre en dirección a la veta y dejar solamente el tinte. Se puede apreciar manchas negras en las zonas donde la madera adquiere una forma curva. La técnica seguida para conseguir que el material sea más maleable es mediante  calor.

-Hacer desaparecer los restos de barniz con una lija fina para madera o estropajo de acero fino para darle un aspecto más acabado.

-Fijar con cola la corona que rodea a las perchas.  Las fibras de la madera han sido curvadas artificialmente (mediante calor) y tienen tendencia a estirarse, provocando la deformación y el debilitamiento.  Se encola  la superficie rota y se sujeta con una mordaza durante unas horas.

-A partir de este paso, podemos elegir tres opciones: tinte, pintura o barniz incoloro, elijo la última propuesta.

Barniz incoloro brillante: se necesita una brocha y guantes; se da una mano del producto y se deja secar, pasadas unas horas se vuelve a dar una segunda mano. 

El barniz transparente es uno de los acabados más duros, por su resistencia al agua y al calor y es ideal para los muebles de uso diario. Están fabricados con resinas sintéticas como, por ejemplo, el poliuretano. Elijo el acabado a brocha porque no requiere mucha experiencia (a diferencia de la muñequilla), sólo hay que proceder con cuidado y paciencia. Se introduce sólo la punta de la brocha en el barniz y se presiona las cerdas contra las paredes interiores del recipiente para quitar el excedente. No se frota la brocha en el borde del recipiente, ya que se producen burbujas de aire que pueden quedar atrapadas en la capa de barniz. Se aplica a brochazos en todas direcciones y por último se extiende con pinceladas suaves en dirección a la veta.